PARECE QUE FUE AYER
La recuerdo caminando. yendo hacia mí
con su pícara sonrisa en su cara redonda reflejada.
Pequeña figura de mujer campesina
piel morena tostada por el sol
de ese sol bravo de mayo
del mismo que un dieciocho;
mudo testigo fue, del acto vil como ensayo
Y viene una paloma;
paloma mensajera. Y, me dice
¿qué te pasa? ¿qué estás llorando?
lloro porque estoy triste
lloro mi grito impotente
lanzo mi rabia plasmando
¿qué letra podré escribir?
¿cómo cifrar el dolor?
adiós terruño querido
adiós mi bello escorpión.
Sangre bravía, sangre caliente
a tus venas dilataba, a tu dignidad rezaba.
no conocí otra mujer. Terca; acero inamovible
intuición tan perspicaz y pericia inconfundible.
En mis largas noches de insomnio
observo su figura al trasluz de los recuerdos
su puño azotando con coraje aquella mesa
indignada ante el ultraje; de los cardos y los cuervos.
Pequeña figura de mujer campesina
de tajo; juventud y lucha se te fue encima.
La masacre, la cárcel que aprisionó a tu padre
y sus ideales. Templó tu lucha con brisa alcalina.
¿quién escuchará nuestro lamento?
¿la nueva aurora, o la alborada?
oigo del traidor su carcajada
festejar su crimen hoy contento.
Escucha mi canto triste
¡tú! Parota de la sierra
vela el recuerdo en tu tierra
de Rocío y su lucha; la que tanto protegiste.
Y, ¡cómo no acordarme!
¡cómo no acordarme cuando me decías!
¡no tengo miedo a morir!
siento que van a matarme
siento que van a “quebrarme”
pero; ¿sabes?
nunca, pero nunca: habrán de doblarme.
No te digo adiós; amiga gran compañera
sólo te digo; hasta luego
la noche trae tu imagen como brisa
el nuevo día; será el esbozo de tu sonrisa.
Sierra del sur campesina;
ordena ya; de inmediato. ¡pero ya! Aullar al viento.
Mandar llorar al río, de agua fresca y serpentina
para así lanzar este eco. Mi eco de triste lamento.
Leonel Manzano Sosa
Preso político y de conciencia
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