martes, 4 de agosto de 2015

¿POR QUÉ COMER LA LUMBRE?

¿POR QUÉ COMER LA LUMBRE?




El cerco se aprieta. Todo mundo opina. Las miradas vidriosas del verdugo miran el hacha, casi listos a cercenar el cuello. La cabeza del humilde trabajador asalariado siente el sacudón.

Quizá sea necesario un sacudón, para salir del marasmo de la autosuficiencia. Pero no. No se debe llegar al límite, donde no existe el retroceso, donde el declive cuesta abajo arrastra de manera inevitable. ¿Será acaso lo que esperan los verdugos, que tienden sus redes de maldad?


Hay cuestiones tan palpables; ojos malignos que acechan a su presa. Y sin embargo musitamos como en insomnio: la actual dirección formal e informal de la sección 22, ¿comerá lumbre? ¿Será capaz de permitir, que la espada de Damocles, corte el torrente sanguíneo de décadas de lucha? La cosa se torna peligrosa, desde el momento en que se es capaz, de meter a fondo el acelerador político de la movilización. Y la ceguera invade la claridad del análisis concienzudo, metódico, frío y objetivo. 

Es ahí, donde el pedal del freno se extravía en la nada. Para volar en el claroscuro ambiente, de la sobredimensión y la incompleta valoración.


El corazón derrota a la mente y apaga su lumbrera. Puede más el llanto y el coraje; que la calma, la prudencia y el sosiego. 

Está a la vista; que se carece de los suficientes recursos e instrumentos indispensables, que permitan continuar una desigual batalla. Bajo los viejos esquemas de siempre. Tan cantados y de sobra estudiados por los estrategas del sistema. Tal parece que las jugadas van aplicándose palmo a palmo. De todos los rincones brota el rastrojo que ataca. Vaya; hasta Ulises se atreve, en su desgarbado cinismo a publicar un libro, que suponemos alguien le ayudó a escribir. Ahora resulta que los burros nos hablan de orejas.


Todos nos cruzamos las miradas y solo atinamos a decir. ¿Es posible esto que sucede? ¿Podrá hacerse algo para evitar el remolino subyugante? Debe ser posible; ya que siempre habrá una salida. Por lo pronto; conviene atrincherarse para recuperar fuerzas, para levantar la verdadera moral, para sostener el territorio establecido. Y hacia el exterior, con las fuerzas emergentes; tratar de que surjan como entes distractores, dispersores. ¿Y por qué no?; como futuras cabezas de playa, que permitan que el bastión respire un poco, que asome la nariz encima del lodazal que aplasta. Porque si la lucha se realiza en solitario, la debilidad será elocuente. Y es muy difícil sostener en las espaldas, la carga abrasadora de la maquinaria del estado. Un estado loco, hiperactivo y mesiánico. Un sistema que aprisiona, ahoga; se desboca y aniquila. Un ente vengativo, cruel, discriminador y que despliega su irrisorio odio. Enmascarado todo, en el machacón discurso de la democracia y su bienaventurada elocuencia, de la desigual competencia del voto. Donde triunfa quien tiene los hilos del poder y del dinero.


Es por eso que el sistema se vuelve excesivamente peligroso, porque casi ha liquidado toda señal de protesta, independencia, de halo de dignidad. SUTAUR-100 es solo un recuerdo; reflejado en unos cuantos taxis y autobuses. El SME naufraga en su prolongada isleta de gallarda resistencia. Y cuál más; cualquier otro referente, ha tenido que acoplarse o plegarse; tal vez enconcharse, para así sobrevivir. ¿Qué le queda a la sección 22? Ser inmensamente intrépida, creativa y objetiva. Quienes llevan sus riendas, tienen el ineludible deber de ser capaces de sobrellevar la situación a buen puerto. Sus instancias de toma de decisiones oficiales e históricas, deben asumir el desafío. Claro, no es cosa fácil. En este tablero de ajedrez, las piezas deben moverse a conciencia, pensando en el futuro sindical; sino en lo que la sección representa, como símbolo, como emblema de resistencia ante el aplastamiento que se intenta de toda la protesta social.


No debe suceder el hecho; de que el movimiento se devore sus propias entrañas. A fin de cuentas. Los garfios lanzados por el enemigo, es lo que desean. Los anzuelos de la provocación, van embadurnados del veneno que intenta destruir. Las variopintas actitudes, de avances y retrocesos, en la conducta del sistema; son para eso. Para acelerar o cambiar la situación del tablero del juego político. Y bailar siempre a su ritmo y son. Lo cual, no avizora nada positivo. Al movimiento democrático, lo tienen bien estudiado, cuadriculado. Y van palmo a palmo, construyendo la ruta del declive ineludible.


Pero, ¿Por qué cumplir sus viejos deseos y objetivos?El son debe bailarse a ritmo y estilo, a tiempos y condiciones diferentes; propias. Con otra dinámica muy distinta, a la preconcebida y establecida, muchas veces de facto y por inercia. Todo se vuelve muchas veces, un movimiento involuntario y hasta cierto punto mecanicista. Es algo que se puede leer en la palma de la mano y a cierto contrapié.


Pero su complejidad no estriba mayores consecuencias. 


Cambiar la dinámica y así evitar comer lumbre; esa es la opción tangible. De otra manera; el naufragio se volverá realidad elocuente y dolorosa. Ya es tiempo; de que se le ponga el cascabel al gato y se pause el cassete de la repetida cantaleta. No es sencillo por supuesto, navegar contra la fuerza de la vieja costumbre; sin embargo ellas son la base de los nuevos movimientos del tablero. Porque tampoco, las cosas surgirán de lo que no existe. Nada parte de la nada.


Hay que trabajar una enormidad; para darle calidad a la cantidad y así; cumplir con el salto, tan largamente aplazado pensado siempre en la resolución de necesidades y problemas inmediatos. Dejar de costado las contradicciones intestinas. Apuntalar los pequeños y medianos sueños que van surgiendo en el resto del país. Para que no sean llamaradas efímeras, producto coyuntural de la protesta e inconformidad. 


Así; será difícil acallar la dignidad. Y podrá sobrevivir el futuro que hoy está larvado. La cuestión es; que la sección 22 no deberá comer lumbre. Y; ni comerse las entrañas propias. En conclusión hay que reconfigurar táctica y estrategia y adquirir poder de adaptación. 

 



Leonel Manzano Sosa, preso político y de conciencia.

Puente Grande, Jalisco,  a 17 de julio de 2015.


 

P.D. martes 21 de julio de 2015; amanecimos con la noticia, con la crónica de algo plenamente anunciado. Con lo que era un secreto a voces que sucedería. El cerco lentamente se aprieta. La tenaza está amordazando en lo jurídico (ordenes de aprehensión y en lo económico congelación de cuentas bancarias).

Insoslayable es, la necesidad de establecer alianzas con otros sectores y actores sociales y políticos. Para romper el profundo aislamiento. Hay que discutir seriamente la propuesta de AMLO; la que habrá de incluir, la inclusión de todos, donde no se vea de nuevo, la huella de la utilización; tal como sucedió con Gabino Cué Monteagudo. Donde unos ponen los votos, su dignidad, su miseria y fuerza. Y otros son los ganones de siempre.