DÓNDE ESTAS?
¿Dónde estás?
¿dónde estarás espada de la justicia?
que no te hallo.
te busco y no te encuentro
te llamo en un lamento.
Ven a mí;
ciega peregrina;
torna a mis tus ojos de fina transparencia
transforma mal e indecencia.
¿Acaso no has de notar mis lágrimas?
¿no te turba mi lamento?
¿dónde está tu sentimiento?
Espada de la justicia;
destruye sin razón
obseca la represión
aísla yá ésta opresión.
Espada de la justicia;
lanza tu flama imparcial
dicta cuarentena al mal.
Balanza equidistante;
priva al mundo del infierno
vuelve placer libertario
tierra paraíso eterno.
Leonel Manzano Sosa
Preso político y de conciencia.
miércoles, 31 de agosto de 2016
viernes, 26 de agosto de 2016
INCOHERENCIA
INCOHERENCIA
Era la luna la que me miraba
Y tú ¿ dónde estabas?
Supongo que en la cornisa de lo etéreo.
Mi tonada se hilvana como diestra transgresión
En un cóctel corrosivo, mordaz e incisivo
Lanzado cual dardo de lasciva y desmesura.
Me asomaba a tu contorno en dulce persuasión
Y tú; quizá me tocabas mientras lloraba
Tendí mi vuelo taciturno en pos de tu liturgia.
El pecando es mío, por ofenderte y acantonar tu estampa
La secuela se muestra tal si fuera huésped de ocaso
Y así convivo en el claustro de mi paradoja.
Era el crepúsculo de incauto misticismo,
La pócima frágil que me embriagó con su coraza;
No fue tu censura, ni el ímpetu de tu silueta.
Era tu estirpe quien decapitó el pudor de mi delirio;
No fue mi Bravura, tampoco el descaro de mi frenesí.
Absurda es la incoherencia que despoja en este laberinto;
Espasmo inerte envuelto en pesadumbre.
Nada es sutil, todo es menoscabo para postergar la irreversible debacle.
Volví a tocar tu osado prototipo
En un intento de quimera contraofensiva, que muestra páramos vacíos.
Fue un esfuerzo timorato, enclenque; muestra de la resaca que me agobia.
Piedad amor, piedad. Culmina por favor con tu labranza
Ya basta de este intento litigio, de esta controversial metamorfosis
Soy tu conscripto, tu forajido, tu sombra del escarnio.
Pero recuerda bien, que soy también, tu efímero deleite
La luz de tu avería y la pauta que otorga la ilusión.
Leonel Manzano Sosa
Preso político y de conciencia
Era la luna la que me miraba
Y tú ¿ dónde estabas?
Supongo que en la cornisa de lo etéreo.
Mi tonada se hilvana como diestra transgresión
En un cóctel corrosivo, mordaz e incisivo
Lanzado cual dardo de lasciva y desmesura.
Me asomaba a tu contorno en dulce persuasión
Y tú; quizá me tocabas mientras lloraba
Tendí mi vuelo taciturno en pos de tu liturgia.
El pecando es mío, por ofenderte y acantonar tu estampa
La secuela se muestra tal si fuera huésped de ocaso
Y así convivo en el claustro de mi paradoja.
Era el crepúsculo de incauto misticismo,
La pócima frágil que me embriagó con su coraza;
No fue tu censura, ni el ímpetu de tu silueta.
Era tu estirpe quien decapitó el pudor de mi delirio;
No fue mi Bravura, tampoco el descaro de mi frenesí.
Absurda es la incoherencia que despoja en este laberinto;
Espasmo inerte envuelto en pesadumbre.
Nada es sutil, todo es menoscabo para postergar la irreversible debacle.
Volví a tocar tu osado prototipo
En un intento de quimera contraofensiva, que muestra páramos vacíos.
Fue un esfuerzo timorato, enclenque; muestra de la resaca que me agobia.
Piedad amor, piedad. Culmina por favor con tu labranza
Ya basta de este intento litigio, de esta controversial metamorfosis
Soy tu conscripto, tu forajido, tu sombra del escarnio.
Pero recuerda bien, que soy también, tu efímero deleite
La luz de tu avería y la pauta que otorga la ilusión.
Leonel Manzano Sosa
Preso político y de conciencia
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