sábado, 1 de marzo de 2014

La alegría de la vida

La alegría de la vida

Son felices los ayeres,
De aquella infancia pasada;
El rio, el campo, el mango;
La escuela, el trompo y posadas.

Fue vivir el encanto,
Que envuelve la naturaleza;
Vivir lo comunitario;
Sentido común y pragmatismo diario.

Los juegos no eran de mesa,
Tampoco lo eran mecánicos
No conocí el videojuego,
Todo imaginación, destreza.

Acceso a libros no había,
Alguna que otra revista;
Kalimán, radionovelas;
Ojo de vidrio la oía.

Como un medio muy católico,
Que era mi lindo terruño,
Fue la biblia un inicio,
 a la lectura incipiente.

Curiosidad e inquietud tenía,
Desde mis más años mozos;
Saber del origen quería, de la injusticia imperante.

La historia siempre ha sido,
Una ciencia fascinante,
Conocer sus leyes básicas,
Es mi obligación constante.

La novela y el ensayo,
Gozan de plena salud,
Tienen toda simpatía,
Si buscas sabiduría.

El amor tocó a mi puerta,
A mi más temprana edad,
diecisiete años tenía,
cuando para mi fue mía.

Con el tiempo y los años,
Este amor fue madurando,
Boda civil por supuesto,
Y después un buen fandango.

Construimos nuestras vidas,
Planeando siempre estudiar,
Emigrar a la ciudad,
Para intentar progresar.

Nació nuestra primer hija,
Ilusión del corazón,
La criamos con lo mejor,
De los valores del mundo.

Con el tiempo y la edad,
Nos maduró la conciencia,
hay que luchar ahora y siempre,
por liberar la vida.

Estudiar y trabajar,
Fue de la mejor manera,
Tratar siempre organizar,
Para ayudar a cualquiera.

El trabajo campesino,
Popular y estudiantil,
Con error y desatino,
Con acierto va a servir.

Va madurando la vida,
Creciendo va la experiencia,
Toca otra hija la puerta,
De esta pareja querida.

Emigrar de un lado a otro,
Ha sido un peregrinar,
Por un asunto o por otro,
Nunca por suerte o azar.

Mi esposa quería un varón,
Como tercer hijo amado,
Terco deseo concedido,
Sabia la naturaleza ha dado.

Hemos sido emprendedores,
De negocios y política,
Siempre nos ha acosado,
La envidia y la injusticia.

Para nuestra buena suerte,
La actitud ante la vida,
Somos rodeados de amigos,
Compañeros de lucha activa.

Nuestro trabajo ha rendido,
A lo largo de los años,
Fruto con muy buenos hijos,
Y camaradas queridos.

Largos años de trabajo,
Sin titubeo o divagar,
Empecinarme es mi estilo,
La impaciencia mi defecto.

La conciencia sigue firme,
Las convicciones lo mismo;
Esto no es ningún sofismo,

Es la lucha al socialismo.


Leonel Manzano Sosa

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